Reconociendo la Bondad de Dios / Fidelidad divina / Bendiciones diarias
DEVOCIONALES
Jackie Resto
6/22/20242 min read


Reconociendo la Bondad de Dios
«Sabe, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta mil generaciones.» – Deuteronomio 7:9
Reflexión:
La bondad de Dios es una realidad constante en nuestras vidas, pero a menudo pasamos por alto sus bendiciones diarias. Cuando nos detenemos a reflexionar sobre todo lo que Dios ha hecho por nosotros, desde los grandes milagros hasta los pequeños detalles, comenzamos a ver la plenitud de su amor y cuidado. En momentos de dificultad, recordar su bondad nos fortalece y renueva nuestra esperanza. El relato de José en el Antiguo Testamento es un testimonio poderoso de cómo la fidelidad y la bondad de Dios pueden prevalecer incluso en medio de las circunstancias más adversas. Aunque José enfrentó numerosas pruebas y tribulaciones, confió en la bondad de Dios y finalmente experimentó la plenitud de su provisión y cuidado.
Oración:
Padre celestial, te agradecemos por tu bondad constante en nuestras vidas. Ayúdanos a reconocer y apreciar tus bendiciones diarias, desde las más grandes hasta las más pequeñas. Danos un corazón agradecido que vea tu bondad en todas las circunstancias, y ayúdanos a confiar en tu fidelidad incluso en medio de las pruebas. Que nuestra vida sea un testimonio de tu amor y bondad para aquellos que nos rodean. Amén.
Desafío:
Hoy, tómate un momento para hacer una lista de todas las formas en que has experimentado la bondad de Dios en tu vida. Desde los momentos de alegría hasta los tiempos de prueba, reflexiona sobre cómo Dios ha estado presente y ha sido fiel. Luego, comparte una de esas bendiciones con alguien cercano y anímale a reconocer la bondad de Dios en su propia vida.
Al reconocer la bondad de Dios en nuestra vida, experimentamos una profunda sensación de plenitud y gratitud. Que cada día esté lleno de momentos en los que podamos ver y apreciar la bondad de Dios a nuestro alrededor. Que nuestra vida sea un testimonio vivo de su amor y fidelidad, y que podamos compartir esa bondad con el mundo que nos rodea.
Con Amor, Jackie Resto